Esto de la discapacidad es un temita... no sólo por la discapacidad en sí misma, sino por todos esos especialistas que a medida de que tu hijo crece brotan de la tierra como hongos, porque en el Manual del buen discapacitado el chico con ECNE tiene que ser evaluado. Constantemente. Evaluado por una psicopedagoga, por un neuropsicólogo porque "está, seguramente, lleno de frustraciones de aquello que intenta y no puede hacer", por este, por el otro, por fulano, mengano y sutano...
Y vos, como madre, te preguntás en silencio... ¿será necesario? Entonces indagás en tu lógica racional y te respondés sola: A ver, sí, tiene una limitación motora. Pero luego te carcome la intuición, esa cualidad materna que tanta razón tiene muchas veces y te volvés a preguntar: ¿Será necesario mandarlo al neuropsicólogo? ¿Será absolutamente necesario que otro adulto extraño entre en la vida de mi pequeño hijo de dos años para ayudarlo a lidiar con tooooooodas las frustraciones que le presenta, en teoría, su parálisis? Capaz que es mejor dejarlo en paz, ¿no? O llevarlo a un jardín lleno de verde, flores, agua, animales, y tenderle un pareo enorme en el pasto con sus juguetes preferidos. Y que juegue. A lo que quiera, como pueda y por el tiempo que quiera.
Mateo empezaría el jardín el año que viene, de lunes a viernes y con una integradora, asistiría religiosamente a sus terapias físicas que ya de por sí le exigen mucho. Y, además, debería ir a la psicopedagoga y también al psicólogo. De nuevo, ¿no será mucho? Y si dudo tanto, ¿a quién le pregunto? Entonces es ahí cuando viene el hacha malvada de la presión: Tengo que preguntármelo a mi misma. Porque la decisión en el final es mía. Es de su padre. Es de los dos. A veces siento que llevarlo a nadar, ponerlo a hacer yoga o hacerlo escuchar música le alivianaría tanto su "no poder", le alimentaría tanto tu pequeño espíritu emocional... Aunque después pienso que aun es chiquito. Chiquito para yoga, claro.
Como sea, lo del psicólogo se verá. No será ahora, claro, tal vez más adelante. O tal vez no. Son sugerencias médicas.
Y vos, como madre, te preguntás en silencio... ¿será necesario? Entonces indagás en tu lógica racional y te respondés sola: A ver, sí, tiene una limitación motora. Pero luego te carcome la intuición, esa cualidad materna que tanta razón tiene muchas veces y te volvés a preguntar: ¿Será necesario mandarlo al neuropsicólogo? ¿Será absolutamente necesario que otro adulto extraño entre en la vida de mi pequeño hijo de dos años para ayudarlo a lidiar con tooooooodas las frustraciones que le presenta, en teoría, su parálisis? Capaz que es mejor dejarlo en paz, ¿no? O llevarlo a un jardín lleno de verde, flores, agua, animales, y tenderle un pareo enorme en el pasto con sus juguetes preferidos. Y que juegue. A lo que quiera, como pueda y por el tiempo que quiera.
Mateo empezaría el jardín el año que viene, de lunes a viernes y con una integradora, asistiría religiosamente a sus terapias físicas que ya de por sí le exigen mucho. Y, además, debería ir a la psicopedagoga y también al psicólogo. De nuevo, ¿no será mucho? Y si dudo tanto, ¿a quién le pregunto? Entonces es ahí cuando viene el hacha malvada de la presión: Tengo que preguntármelo a mi misma. Porque la decisión en el final es mía. Es de su padre. Es de los dos. A veces siento que llevarlo a nadar, ponerlo a hacer yoga o hacerlo escuchar música le alivianaría tanto su "no poder", le alimentaría tanto tu pequeño espíritu emocional... Aunque después pienso que aun es chiquito. Chiquito para yoga, claro.
Como sea, lo del psicólogo se verá. No será ahora, claro, tal vez más adelante. O tal vez no. Son sugerencias médicas.
Vicky, una pregunta, tu hijo en la parte motor que hace por si solo?? Mi bebe demuestra un alto atraso comparado con sus pares. digamos actúa como una niña de 11 meses.
ResponderEliminarHola Sandra. Mateo tiene dos años y cuatro meses, y hoy se sienta solo, se para solo, si está en el suelo gatea tipo "conejo" hacia adelante para alcanzar un juguete por ejemplo... y camina. Solo. Sin sostén. A ver, lo hace todo a su tiempo, pero lo hace solito. Recién hace unos meses que se largó a caminar y empiezan, dicen, como todos, medio trabaditos, con alguna que otra inseguridad hasta que van tomando más confianza... En lo que es motricidad fina, come "solo", a ver, tira casi siempre la comida jajaja pero pincha con tenedor y de a poco va encontrando la forma de cargar la cuchara (que es lo último que aprenden y lo que cuesta más). Pero no ellos, sino TODOS los niños del planeta. Se cepilla los dientes... todo eso con más dificultad, porque al ser un trastorno permanente hay días en los que lo hace sin problemas y otros en los que está más rígido o cansado y le cuesta más... Aun le cuesta mucho desvestirse pero lo intenta, ayuda a hacerlo.
EliminarCómo es la historia de tu bebé...? Qué le pasó y qué edad tiene hoy? hace terapias, usa equipamiento..? Un beso.