Ir al contenido principal

Mis apuntes, mis agendas, mi día a día

Agenda de la semana:

  • Lunes: lo llevo a la pediatra para que me haga una orden para autorizar en la obra social que permita que lo evalúe una terapista ocupacional. Y también un análisis infectológico. Aún desconocemos cómo pasó lo que pasó.
  • Lunes de tarde: consulta con especialista en trombofilia. 
  • Martes: Kinesiología. Juegos en casa.
  • Miércoles: Kinesiología. Juegos en casa.
  • Jueves: Kinesiología. Juegos en casa.
  • Viernes: feriado. Pero en casa, se juega.


Mis apuntes


No se trata de solucionar nada, de negar nada, pero tampoco de no hacer nada. No se trata de exigir una cura, pero sí de acompañar. El neuroortpedista que lo vio nos dijo una gran verdad: "esto no es una batalla, no es una lucha o una guerra contra nadie. Esto es simplemente acompañar". "Y este chiquito, yo creo que va a sorprender. Va a caminar. Puede que cojee un poco porque su lado izquierdo está más comprometido,... pero puede que no". 

Entonces. Nadie sabe cómo evolucionarán nuestros hijos. No podemos saberlo, aun cuando no tuvieran ninguna dificultad. Desconocemos la discapacidad de Mateo porque aun es muy pequeño, pero estamos un paso adelante porque, justamente, es pequeño. Se trata de corregir el rumbo, siempre que sea posible.Y de disfrutarlo. Mi hijo es lo más grande que me pasó en mi vida. No lo cambio por nadie. Es tanto el amor que no me importa. Su leucomalacia es algo más. Y además, los milagros existen. 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Vivir con leucomalacia periventricular

La verdad, recién empezamos. No tenemos idea de cómo es vivir o, mejor dicho, convivir con la leucomalacia en la mesa familiar. Además, nos parece un término médico horrendo y difícil de comprender. A "leucomalacia" encima se le suma otra palabra más horrenda: Periventricular. Parece una joda. Demasiado complicado hasta para pronunciarlo, pensás, pero después te encontrás memorizando cada sílaba y te volvés vocera n° 1 del término: Leucomalacia periventricular . Al principio lo escribís mal, pero Google te lo encuentra igual y maldecís la exactitud del motor de búsqueda. Descubrís que hay poca información al respecto, que en general se da en bebés extremadamente prematuros o casos mundiales en los que son a término pero lamentablemente sufren algún tipo de falla cardíaca o renal. O, por qué no, en el tuyo. Nosotros Somos papás jóvenes, o eso creemos. No llegamos a los 33 años y hace casi 11 meses que fuimos padres primerizos de un bebé hermoso. Pesó poco y eso nos asustó...

Constanza Orbaiz: "La persona siempre es mucho más que un diagnóstico"

Constanza Orbaiz, psicopedagoga Hace unos días que encontré y se hizo pública y viral esta joyita que acá también comparto. Por joyita me refiero al video que ven a continuación. Se trata de una psicopedagoga con parálisis cerebral que cuenta su historia de vida, cómo convive con su discapacidad, qué hace falta hoy para comprender que la diversidad necesita un espacio en el que todos podamos ser como somos , sin tener que parecernos a nadie, nos lleve el tiempo que lleve, entre otras sentencias que hacen único y moderno a su discurso.  Amé cada palabra de Constanza Orbaiz. La amé, agradecí y celebré haberla encontrado, que viva en Martínez, que sea argentina, que tenga mi edad, que tenga una parálisis cerebral y que, costeando sus dificultades y remando cada desafío que tuvo que afrontar haya podido estudiar, hablar, caminar, recibirse, y lo que es más admirable, trabaje hasta hoy ayudado a otros para que ellos también "puedan", como dice en su conferencia.

Carta a mi hijo mayor, a mi regalo de Dios. A Mateo.

Quiero pedirte perdón por ser tan hincha pelotas a veces. Sí, así como lo leés: hincha pelotas. Me transformaste en una mamá llena de desafíos y felicidades. Gracias Mateo por haberlo hecho. Gracias por confiar en mí, por tu amor, por esa sonrisa maravillosa de todos los días, por los abrazos y los besos con ruido, por esa mirada luminosa que se te enciende cuando llego a casa o te busco en el jardín, o ves llegar a papá.  Te aseguro y perjuro que hago lo mejor que puedo y, creeme, que todos los días pienso en cómo hacerte feliz. Te aseguro también que si pudiera quitarte la lesión motora con la que convivís a diario lo haría sin dudarlo, claro que sí. Pero no puedo, y además muy probablemente no deba hacerlo. Quizás con el tiempo comprendas lo que quiero decir. Todos tenemos un propósito en la vida. Aunque a veces cueste verlo de esa forma. Vivir es muchas veces enfrentarse con situaciones retóricas que por lo general nadie entiende bien del todo por qué ocurren. No todo tie...