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Sonrían...! Somos cuatro

Nació Clara. Nació antes, no taaaaanto antes, pero sí un par de semanas porque hice un pico de presión en la semana 37 y no quisieron arriesgarse a seguir esperando. Además, "¿Esperar qué?", me preguntó mi obstetra. "Ya estás casi a término, no vamos a correr riesgos".

Lo bien que hicieron.

Clara nació como si la despertaran de una siesta; lloriqueando bajito, moviendo sus manitos y aleteando los bracitos muy suavemente. Es hermosa, qué puedo decir. Toda rosadita, llena de vida, y con un ojo pegado. Enseguida me la acercaron para que la tocara y besara, luego mi marido acompañó al neonatólogo a que la bañaran y regresó al quirófano con ella en brazos.

Marido no hacía otra cosa que hablarle, sonreír, agradecer. "Todo salió bien, Vicky. Todo está bien". Yo ya lo sabía. Bah, no sé si lo sabía sabía, pero lo intuía. Esa intuición inexplicable de madre... que tantas preocupaciones también nos trae. Ya estamos en casa los 4 volviéndonos locos con los inminentes celos de Mateo y sus angustias que a veces me quitan el sueño y no sé cómo explicarle en realidad que nada cambió. Bueno, em, en realidad sí, cambió todo pero para bien. Que lo seguimos queriendo como antes, que ahora encima tiene una hermana para jugar y compartir todos sus momentos, que Clara le trajo tres de sus autitos preferidos, etc, etc... pero a veces los berrinches son inevitables. Lo normal, bah.

Volveré en cuanto pueda con más data de los avances de Mateo. Por momentos encara dando pasitos sólo, pero por otros prefiere la segura marcha lateral que domina por suerte ya muy bien... habrá que esperarlo, que tenerle paciencia. Ahora está más grande, ergo más consciente y además tiene una hermana a quien digerir... no debe ser fácil.

Saludos virtuales.

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